Hoy me niegas los besos
que un día me robaste,
una noche de ensueño
rebosante de excesos,
cuando a mi te entregaste
y me sentí tu dueño.
Te asomaste a mi vida,
te creí diferente,
pero huiste enseguida,
solo fui confidente.
Que pena que aún sonría,
te recuerde, aquel día,
cálida y nada fría,
en el que fuiste mía.
Aún tengo la ilusión,
aquella que sembraste,
la noche de pasión
que de mi disfrutaste.
Autor:
©José Manuel Rodríguez
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