Ayer te tuve en mi almohada,
me hiciste dormir contigo,
varita mágica de hada
que me dio calor y abrigo.
Fui en mis sueños tu mendigo
y tu mi princesa alada
que me impuso su castigo
en una noche encantada.
Cebador de tu encendido
que eriza hierba en tu pénsil
y abre las contraventanas
de tu fosa codiciada.
Alcanzo a explorar la gruta
de acuosa y blanca caliza,
ahogándome en su venero
que empasta mi gran pujanza.
Sucumbimos en abrazos,
con últimos coletazos
de temblores provocados
por impetuosos filtrados.
Ayer te tuve en mi almohada,
me hiciste lacayo tuyo,
varita mágica de hada
que sembró en ti, mi amor puro.
Autor:
©José Manuel Rodríguez
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