Anoche estuve conversando
con mi cigarrillo me sentí
cansada, cansada, aburrida y tan vacía
que a veces hasta pienso que
ni siquiera existo, que a veces hasta pienso
que ni siquiera existo.
Lo encendí muy lentamente le
di una fumada y al mirar el
humo que en el espacio se
volatizaba, recordé tantas cosas
que creí olvidadas, se las conté
todas mientras que lo fumaba.
Le conversé de ti y de mis
añoranzas, le conté de tus
besos y de mis esperanzas,
le conté de tu olvido de mis
lágrimas tantas, de aquello
que vivimos y que hoy se ha
vuelto nada, le dije que es
posible que a mí nadie me
quiera porque he intentado
vivir a mi manera, porque
me he negado a pagar el
tributo de bajeza y pecado
que hoy nos exige el mundo.
Que a lo mejor estoy acabada
o que la vida me ha vencido
que he sufrido y he llorado
que he luchado y he reído y
que es lo que he ganado por
ser así tan comprensiva, solo
vivir desesperada en un mundo
tan vacío.
Anoche estuve conversando con
mi cigarrillo, y al terminarlo
pensando me quede entre suspiros
que en este verso triste, que es
el mundo en que vivo, solo él me
va quedando como único amigo.
Intérprete: Ana Gabriel
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