Monísima

 
     
 

 

Madrileña que paseas tu palmito,

muy bien planchá, muy bien planchá.

Presumiendo con tu pie tan chiquitito,

muy bien peiná, muy bien peiná.

Al mirarte así tan chula y postinera,

a todos gustas una atrocidad,

por el derroche que tu haces de salero

cuando paseas por la calle de Alcalá.

 

 

 

Monísima, monísima, monísima,

así te dicen cuando pasas por ahí.

Monísima, monísima, monísima,

con tu blusita planchadita de organdí.

Monísima, monísima, monísima,

te dicen todos al pasar, ¡ole que sí !

Y te repiten con salero: Monísima,

por esas calles de Madrid.

 

 

 

Son tus ojos, madrileña, dos luceros,

que hacen tilín, que hacen tilín.

Y tus mágicos andares pintureros,

son de postín, son de postín.

Tu belleza ha deslumbrado al mundo entero,

por el salero que se esconde en ti.

Y al ver el garbo tan airoso y reprechero,

te piropean los castizos de Madrid.

 

 

 

Monísima, monísima, monísima,

así te dicen cuando pasas por ahí.

Monísima, monísima, monísima,

con tu blusita planchadita de organdí.

Monísima, monísima, monísima,

te dicen todos al pasar, ¡ole que sí !

Y te repiten con salero: Monísima,

por esas calles de Madrid.

 

 

Autor: Jorge Sepúlveda

 Intérprete:  Jorge Sepúlveda

 
     
     
 

©JMRO 2006

 
 

www.negroazabache.net

 
 

Contactar