Al escuchar tu voz, tu melodía,
mi otoño gris se vuelve primavera;
caricias en el oído, quimera
que ya vislumbra una ilusión muy tardía.
.
Una sensación que me transfigura,
que penetra en mí, que prende y germina;
rescoldo de lo que en mí ya termina:
una vida llena de gran ternura,…
…plena de buenos acontecimientos
vividos, en los que amé y fui amado
y otros en los que he sufrido y he llorado.
Solo queda agradecer los momentos
de gran dicha y placer que tú me diste
y en paz me iré si en verdad me quisiste.
Autor:
©José Manuel Rodríguez
Oviedo 1 de diciembre de 2014
voz del
propio autor
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